«En cualquier campo de Golf de nuestras islas, encontrarás lugares incríblemente bellos»

José Royo. Director de golfencanarias.com

Robots cortadores de césped, ¿los mejores jardineros de un campo de golf?

Robots cortadores de césped, ¿los mejores jardineros de un campo de golf?

Decir que los robots pueden ser los mejores jardineros de un campo de golf puede que sea demasiado presuntuoso para ellos pero no se cansan, no protestan, y realizan su trabajo con una precisión increíble.

Recorrido por el Norte

Esto últimos meses hemos estado recorriendo varios campos de la península y en las últimas semanas nos hemos centrado en los del norte, nuestros siempre queridos País Vasco y Cantabria.

Parada obligatoria en el Club de Golf Larrabea en Álava, campo que ha ganado muchísimo en los últimos años llegando a ocupar los primeros puestos de calidad.

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Hoyo 1 del Club de Golf Larrabea, The Home of Jon Rahm.

La siguiente fue en Real Golf de Pedreña, la cuna de Severiano Ballesteros en la que cada rincón te hace sentir diferente debido a la belleza de su recorrido, su mantenimiento de matrícula de honor y la amabilidad de todo su personal, que hace sentirte muy confortable.

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Green del hoyo 18 del Real de Pedreña visto desde la calle del hoyo 1.

Capítulo aparte su restaurante, en el que se come muy bien y con la casi necesidad de repetir cada vez que se va el postre típico del campo, la Tupinamba.

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Tupinamba del Real Golf de Pedreña. Una delicia.

Celia Barquín siempre en nuestros corazones

Otra de las visitas emotivas que hacemos periódicamente es al campo de Abra del Pas-Celia Barquín, situado en la pequeña localidad de Mogro, en uno de los parajes más bellos y con más encanto del mar Cantábrico. No es de los mejores campos de la zona (sobre todo sus greenes y los hoyos nuevos), pero su carga emocional hace que siempre sea un placer jugarlo.

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Green del hoyo 18 de Abra del Pas-Celia Barquín.

Y para el final hemos dejado Santa Marina Golf (diseño inconfundible de Severiano Ballesteros) y el Campo de Golf Ramón Sota, tío de Seve que nos dejó el 22 de agosto del año 2012.

Yo personalmente solo lo vi dos veces en mi vida, y solo hablé con él una de ellas en Abra del Pas. Era una persona con mucho carácter que si tenías la suerte de pillarlo con tiempo libre, te podía contar historias muy bellas y curiosas.

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Campo de Golf Ramón Sota

Trabajadores incansables

En estos dos últimos campos, Santa Marina y Ramón Sota, pudimos observar algo que nos sorprendió muchísimo verlo en directo, porque ya nos habían llegado referencias de ellos desde hacía meses. Quizás los mejores jardineros de cualquier campo de golf… ¿o no?

Estos trabajadores incansables son unos robots-cortadores de césped autónomos que se rigen por GPS y balizas de posicionamiento, capaces de trabajar en cualquier tipo de condiciones como luego iremos viendo.

Aquí vamos a ver dos modelos de la marca Husqvarna, el Automower® CEORA 544 EPOS (grande) y el 550 EPOS (pequeño).

Ambos trabajan con un sistema operativo de posicionamiento exacto. Es una tecnología revolucionaria para una nueva serie de cortacéspedes robóticos Automower® profesionales, cuya tecnología basada en satélites permite que trabajen dentro de límites virtuales.

Esto lo convierte en una solución fácil y flexible perfectos para campos de fútbol, campos de golf, parques y todos los demás lugares que se ocupan de circunstancias y necesidades cambiantes.

Además, la ausencia de cables delimitadores físicos le da una autonomía de movimientos muy importante, estando indicados para superficies de hasta 5000m2.

CEORA 546 EPOS

Este robot está diseñado principalmente para el corte de las calles, con una capacidad de trabajo de 50.000 metros cuadrados, 72 kg de peso, 124 centímetros de longitud, 108 centímetros de ancho y 44 centímetros de alto.

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Posee una batería de Li-Ion de 49 Ah de 12 Amperios de carga y 3 discos con 5 cuchillas pivotantes que le permiten realizar cortes de una altura que va desde los 70 a los 20 milímetros y una anchura de 68 centímetros.

Su precio aproximado dependiendo de campañas de promoción y descuentos es de 7500€

CEORA 550 EPOS

Este robot por contra, está diseñado principalmente para el corte de zonas más precisas como pueden ser los antegreenes, primer corte de rough, etc.

Su capacidad de trabajo es de 10.000 metros cuadrados, pesa 13,8 kg y mide 72 centímetros de largo, 56 centímetros de ancho y 32 centímetros de alto.

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Posee una batería de Li-Ion de 10 Amperios y 1 disco con 5 cuchillas pivotantes que le permiten realizar cortes de una altura que va desde los 60 a los 20 milímetros y una anchura de 24 centímetros, con un precio aproximado de 6000€

Baliza de referencia

Estos robots tienen que estar conectados a la baliza Husqvarna Automower EPOS, que emite una señal con un radio de 500 metros a la que  pueden conectar hasta 20 EPOS Automower siempre y cuando estén dentro del radio de esos 500 metros.

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Todo lo que se necesita para instalar el robot cortacésped Automower en el sistema EPOS e implantarlos en un campo de golf es un teléfono móvil inteligente y la aplicación Husqvarna EPOS. Con el teléfono puede interactuar con el robot cortacésped en tiempo real y definir su área de trabajo, modificando todos los parámetros en cuestión de segundos.

La combinación del GPS de alta precisión y la baliza EPOS, hacen que el conjunto sea muy fiable con una precisión 2-3 centímetros, lo que le permite hacer trabajos muy precisos sin error posible, delimitando zonas en las que no debe entrar el robot o hacer un trabajo específico como obstáculos de agua, búnkeres, caminos, depresiones del terreno, etc.

Sinceramente da un poco de vértigo ver cómo el robot se acerca a un lago y queda prácticamente colgando en el vacío, parando, girando sobre su eje y regresando al rough o calle para reanudar el corte.

Sin peligro de colisión

Lo mismo pasa cuando se cruza con los jugadores. Desde que los detecta abandona la zona y se pone a cortar en otro lugar, regresando al mismo punto exacto que lo dejó en cuanto los jugadores han abandonado el lugar.

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Como pueden apreciar en la fotografía anterior, el resultado final es muy preciso y estético, puesto que el robot no abandona la zona hasta que no ha quedado como se le ha especificado previamente.

Una vez acabado el trabajo o cuando se están quedando sin batería, cada robot vuelve a su puesto de carga, donde permanecerá hasta completar la misma o hasta que se le indique mediante el móvil que reanude su trabajo.

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Puestos de carga de los robots.

Poco para a estos robots

Hemos investigado y muy poco los detiene. Pueden trabajar con altas y bajas temperaturas, con lluvia y viento, aunque se desaconseja su utilización con niveles altos. Todo menos tormentas eléctricas. Estas pueden producir interferencias en su sistema de posición y arruinar el trabajo o estropear el propio robot.

¿Todo es positivo?

Hasta aquí la parte positiva de estos robots. Hay cosas que económicamente son muy beneficiosas para los campos como su rápida amortización, ahorro en gastos de personal (todas las máquinas pueden ser operadas por una misma persona) y bajo impacto en el juego (se pueden programar para que trabajen a la hora que se desee), pero también la parte sentimental puede jugar en contra.

Ver a estas máquinas trabajar es un espectáculo. Su precisión, efectividad, alto rendimiento y bajo nivel de ruido (por debajo de los 65 decibelios), hacen que la primera vez que las ves en funcionamiento sea complicado no observarlas durante unos segundos.

Pero enseguida se te viene a la cabeza a todos aquellos trabajadores que el robot ha mandado al paro o a desempeñar otras funciones. Si hacemos cálculos, en muy pocos meses se amortiza cada robot, siendo su mantenimiento moderadamente económico si no tiene averías graves.

Cartera frente a corazón

Pensando con la cartera, el dotar a cada campo de varios robots supone un ahorro anual de varios miles de euros. Al tener una vida útil por cada jornada de trabajo y robot y un tope de metros cuadrados a cortar pos sesión, esto hace que cada robot tenga un plan de trabajo muy específico y pautado, consiguiendo una larga vida del mismo si no se sobrepasan las especificaciones del fabricante.

Pensando con el corazón seguro que verán el tema con otros ojos y más si ponen nombre y apellidos al jardinero que van a despedir para implementar estos robots en su campo. Si encima lleva muchos años en él, el paso será más difícil de dar.

Con los robots se pierde el toque humano del corte, ese que de vez en cuando se equivoca dejando alguna zona sin segar pero que también es capaz de ver cosas en el campo para ponerlo en conocimiento del Greenkeeper y reaccionar para modificar el corte, la zona o su altura.

Como ven no todo es tan sencillo como parece pero, una vez visto todo esto, ¿estarían dispuestos ustedes a poner en su campo robots cortadores?