El cambio climático es algo que ya pocos ignoran o descartan porque cada vez hay más evidencias de que el clima está cambiando en el planeta tierra.
Desde hace unos años hemos podido comprobar cómo las estaciones se van cambiando de meses o incluso se alargan o acortan.
En las campañas contra incendios tenemos un ejemplo claro. Antes abarcaban de mayo a septiembre y por ejemplo este año 2023 la Administración solicitó que las bases aéreas con medios de extinción contra incendios forestales permanecieran abiertas hasta el 15 de noviembre, 45 días más que en campañas anteriores.
El cambio climático puede tener varios impactos en la forma en que se riegan los campos de golf en Canarias, al igual que en otras regiones. Es importante destacar que los efectos específicos pueden variar según la ubicación exacta, las condiciones climáticas locales y las prácticas de gestión del agua en cada campo de golf. Algunos de los posibles impactos incluyen:
1. Variabilidad en las precipitaciones
El cambio climático puede provocar variaciones en los patrones de precipitación, lo que afecta directamente la disponibilidad de agua para riego. Si hay una disminución de las lluvias o si estas son más impredecibles, los campos de golf pueden enfrentar desafíos para mantener niveles adecuados de humedad en el suelo.
2. Aumento de temperaturas
El aumento de las temperaturas puede provocar una mayor evaporación del agua en el suelo, lo que significa que se requerirá más agua para mantener los campos de golf en condiciones óptimas. Esto podría aumentar la presión sobre los recursos hídricos locales.
En la foto tenemos una imagen del 24 de noviembre pasado en el Real Club de Golf de Tenerife con un día completamente despejado y 26ºC de temperatura. Contrasta con la siguiente que es de hace solo cinco años del 2018, en las que la temperatura era de 18ºC y la lluvia era más que evidente.
3. Cambios en la demanda de agua
El cambio climático también puede influir en la demanda general de agua en la región. Si hay cambios en los patrones de uso del agua en la comunidad circundante, podría haber una mayor competencia por los recursos hídricos.
4. Mayor frecuencia de eventos extremos
El cambio climático puede llevar a un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, como sequías o lluvias intensas.
Estos eventos pueden afectar significativamente la disponibilidad de agua y la capacidad de los sistemas de riego para abastecer a los campos de golf de manera eficiente.
Ante el aumento de la temperatura y el descenso de las lluvias, los campos deberán tirar de riego como en la foto, lo que supone incrementar los gastos y reducir sus reservas de agua.
Ante estos desafíos, los campos de golf en Canarias y en otras regiones afectadas por el cambio climático pueden necesitar ajustar sus prácticas de gestión del agua.
El futuro pasa por tecnologías más eficientes.
Esto podría incluir la adopción de tecnologías más eficientes de riego, la implementación de sistemas de reciclaje de agua, la optimización de los horarios de riego para reducir la evaporación y la promoción de prácticas de conservación del agua en general.
Es fundamental que los responsables de la gestión de campos de golf estén al tanto de los cambios en las condiciones climáticas locales y desarrollen estrategias adaptativas para garantizar un uso sostenible del agua y la preservación del entorno natural.
Agua y campos de golf, el eterno dilema porque mucha gente desconoce de dónde sale el agua que se utiliza para regar los campos de golf.
Nunca con agua potable.
El riego de los campos no se realiza con agua potable porque sería un sacrilegio con la escasez que tenemos. Siempre se utilizan aguas regeneradas, aguas subterráneas y, en contadas ocasiones, derivaciones de aguas superficiales.
El 70% de los campos de golf en España utiliza agua no apta para consumo humano, como muy bien se explica en este artículo de la Asociación Española de Campos de Golf.
Foto Arpasa
El riego de los campos de golf en Canarias, al igual que en muchos otros lugares, generalmente se realiza utilizando sistemas de riego especializados y tecnología avanzada para mantener el césped en óptimas condiciones y ahorrar la mayor cantidad de agua posible.
Planificación para ahorrar.
Los campos de golf requieren un riego cuidadosamente planificado y controlado para garantizar economizar en cantidad y que el césped y la flora se mantenga verde y saludable, lo que es esencial para el juego y la fauna que en ellos habita en forma de pájaros, insectos, pequeños roedores, etc.
El método que más se utiliza para el riego de campos de golf en Canarias es el de aguas depuradas o tratadas.
Reutilización de aguas tratadas:
En un esfuerzo por conservar el agua, algunos campos de golf en Canarias pueden utilizar aguas tratadas para el riego. Estas aguas tratadas provienen de plantas de tratamiento de aguas residuales y se utilizan después de un proceso de purificación. Este agua no es apto para consumo humano ni riego de cultivos.
Amarilla Golf.
Como nos indica Eduardo Tavío, Director de Amarilla Golf, «Fuimos el primer campo de Tenerife en empezar a regar con agua depurada o regenerada. Fue pionero y es algo que ahora hacen todos los campos de la isla como no podría ser de otra manera».
En este vídeo de Balten aprtado por Amarilla Golf, se explica muy bien de lo que estamos hablando, con más de 30 años de uso de aguas recicladas o depuradas en Canarias.
Golf del Sur.
Maca Rodríguez, Directora de Golf del Sur nos comenta lo siguiente: «Golf del Sur desde los años 90 riega con agua regenerada».
«Toda el agua que se debería de verter al mar nosotros le damos otra oportunidad, creando así un ecosistema verde y sostenible (iso 14001 desde 2004); unido a la creación de más de 50 empleos directos estables y fijos. No contamos los empleos indirectos y el volumen de negocio en torno a nuestra instalaciones».
Abama Golf y Buenavista Golf, del mar al campo.
Otro ejemplo claro de sostenibilidad son los campos citados. Brendan Breen Director de Abama Golf y Tenis nos ha dicho «El problema del agua en todo el mundo es muy grave y los campos de golf son muy conscientes de ello. Intentamos ser lo menos lesivos para el medio ambiente.
Campos como Abama Golf disponen de agua en reserva para utilizarla en el riego del campo.
«En Abama Golf tenemos nuestras propias desaladoras y regamos con el agua que sacamos del mar, al igual que lo hace Buenavista Golf, siendo los dos únicos campos que tenemos este sistema».
«El agua de riego de nuestros campos no es potable y no utilizamos nada de consumo humano».
Riego adaptado al entorno.
El riego de los campos de golf en Canarias se adapta a las condiciones climáticas locales y a las necesidades específicas de cada campo y en muchos casos se hace con la reutilización de aguas tratadas.
La gestión del riego es esencial para mantener un campo de golf en excelentes condiciones y proporcionar una experiencia de juego de alta calidad para los golfistas.
Se debe llevar a cabo de manera responsable para conservar los recursos hídricos, especialmente en áreas donde el agua es un recurso limitado.
Los campos de golf gestionados adecuadamente se riegan con agua recuperada no apta para el consumo humano procedente de Estaciones Depuradas de Aguas Residuales que son aptas para este uso.
Este tipo de actuaciones, entre otras muchas, son las responsables de que en Canarias y el resto de España, se está reduciendo año tras año de forma significativa el consumo de agua en sus campos.
Así que, aunque parezca lo contrario y a la vista de los comentarios de los que realmente saben de esto, los campos de golf de Canarias son regados con aguas tratadas, depuradas, desaladas o de desecho, lo que no genera ningún impacto sobre el medio ambiente ni favorece el cambio climático.
Esperemos que no ocurran más sabotajes como los que sufrió el campo de Golf de Ibiza por un grupo ecologistas mal informados.
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