José Domingo “El Flaco”, nuestro confesor en el Peñón.
José Domingo es mucho más que el camarero del kiosco del hoyo 10.
El año pasado en P4Media le hice esta entrevista a José Domingo, más conocido como “El Flaco”. Tiene su kiosco/bar/cafetería/confesionario junto al tee del hoyo 10 Del Real Club de Golf de Tenerife.
Confesionario.
Sí, habéis leído bien, confesionario. Muchas veces pasamos por allí y “El Flaco” nos sirve de cura confesor. Allí le contamos cómo va nuestra vuelta, que hemos fallado, lo bien que nos va o simplemente aspectos de nuestra vida que compartimos con él por la confianza que nos da después de tantos años trabajando en el peñón.
Son muchos años compartiendo días de golf y muchas cosas más. Es por ello que cuando llegan estas fechas las personas importantes de los campos salen a relucir en nuestros pensamientos. Vamos a conocerlo un poco mejor.
Cuando vas bajando la calle del hoyo 9, abajo a la izquierda junto al tee del 10 divisas sin dificultad el quiosco al que todos llamamos “el quiosco del Flaco”. Es refugio cuando hace mal tiempo en invierno, lugar para restañar heridas y resetear una mala primera vuelta o simplemente recargar el cuerpo con energías para pasar el barranco del 10 y aprovisionarse de agua y comida para los 9 hoyos finales.
Conozcamos un poco mejor “el quiosco del Flaco” y a su alma máter José “El Flaco”. Esperamos que os guste.
José Domingo Izquierdo Zamora, Alias “El Flaco”, nació en Tejina, un pueblo de La Laguna (Tenerife). Sus padres eran propietarios de una librería, por lo que desde pequeño estuvo en contacto con los clientes. Como nos dice, sus padres le aconsejaban que detrás de un mostrador tuviera siempre disciplina y seriedad, nada de risas y fiestas porque el cliente era su porvenir.
A los 16 años dejó los estudios y se puso a trabajar en el Club Náutico de Bajamar los veranos de camarero y le gustó mucho la experiencia. De ahí pasó a trabajar en varias cafeterías en la zona de Tejina y La Laguna. Un buen día decidió que en el Sur de la isla estaba el futuro y se le ocurrió poner un currículum en el Hotel Las Palmeras. Empezó en el bar piscina y rotaba por los de la playa y la discoteca del hotel y le fue fenomenal. Trabajaba duro y con unos compañeros muy buenas personas y expertos en la materia de los que aprendió mucho.
Coctelero premiado.
El mundo de la coctelería se cruzó en su camino y después de unos años aprendiendo se presentó a un concurso con los mejores cocteleros del momento y lo ganó. Se inscribió en la Asociación de Barman Españoles (ABE) y empezó a ir a todos los eventos y concursos que podía, adquiriendo una gran experiencia.
De ahí se fue al Puerto de La Cruz, al Hotel La Chiripa de segundo jefe de bares. El hotel cerró y se fue de nuevo para el Sur para llevar la cafetería del Campo de Golf Los Palos, donde estuvo 12 años.
Al llegar a la barra del quiosco, a la izquierda en una corchera pequeña que contiene algunos recuerdos, se puede apreciar un pequeño recorte de prensa que da fe del concurso de coctelería ganado por José Domingo en su juventud.
Inicios en el Real Club de Golf de Tenerife.
Buenos días José Domingo.
“Buenos días Jose”.
¿Cuándo empezaste en el Real Club de Golf de Tenerife y con quien firmaste tu primer contrato?
«Cuando terminé en Golf Los Palos me vine para el Norte y puse un currículum en el campo. En ese entonces estaba de presidente Don Álvaro Alonso-Lamberti y me concedieron el bar quiosco del hoyo nueve y ahí comencé muy contento porque por fin era empresario».
¿Han cambiado mucho las cosas desde entonces? ¿Qué diferencias hay entre un kiosco como el tuyo en un campo de socios y uno comercial?
«No me costó mucho acostumbrarme al cliente porque muchos los conocía del Sur, del otro campo, así entre unos y otros me fueron presentando. En un campo comercial es un poco más frío, aquí es como una gran familia porque nos vemos todas las semanas».
El día a día.
¿Cómo es un día normal de trabajo?
«El día a día aquí es muy bonito, parece que vivo una película diaria. Los clientes son una maravilla y no adulo. Esto es como trabajar con una familia enorme: los adultos, los niños de todas las edades, torneos de niños, de damas, de senior… ¡es maravilloso! Todos los días algo diferente. Vamos, estoy súper contento. Parece que vengo a pasar el día con ellos».
¿Cómo te organizas en los torneos en los que se ofrece un picnic a los jugadores al pasar por el quiosco y de qué está compuesto?
«Cuando hay torneos me organizo y preparo los picnics antes de que lleguen los jugadores al quiosco, así cuando llegan es coger y seguir y de esa manera no se para el juego. Normalmente es una pulguita mixta calentada en la plancha, una botella de agua y un plátano».
«El Flaco».
Todos te conocen por “El Flaco”. ¿Quién te puso ese apodo y por qué?
«Lo de “El Flaco” es porque desde pequeño soy así y todos me llamaban flaco. Y no subo ni un gramo. Es mi nervio» (risas).
La pregunta del millón: ¿cuánto pesas?
«Peso 65 kilos desde los 16 años y ya tengo 57 ¡y no pienso subir! Me da una gracia cuando oigo decir …”nos vemos en el flaco”. ¡Me encanta»!
¿Qué es lo más que consumen los jugadores de golf? ¿Qué pueden encontrar en el quiosco?
«Normalmente lo que sirvo en el quiosco son bocatas, cafés, refrescos, magdalenas, frutas y demás. Casi todo para llevar».
¿Qué aforo tiene el kiosco?
«Normalmente no se acumulan más de 6 personas a la vez, aunque caben 12 en las dos mesas exteriores y los dos bancos que dan al green del 17».
Organización para tenerlo todo a punto.
¿Cómo te organizas para tener abastecido el quiosco? Al ser tan pequeño mucha mercancía no puedes tener ¿verdad? Pequeño pero muy completo.
«A primera hora de la mañana me voy al supermercado a comprar todo lo que voy a necesitar durante el día puesto que desde que abro a las 9 hasta que cierro, que no sé nunca a qué hora será porque es cuando pasa el ultimo jugador, no puedo abandonar el quiosco».
«Así todo el género es fresco. Además muchos días me traigo comida casera que me hace mi madre para que yo pueda comer bien. Hace unos meses se hizo una reforma del quiosco y tiene de todo, incluso agua caliente».
¿Los jugadores de golf solemos ser predecibles, quiero decir, cuando ves a una partida bajando por el 9 ya sabes si van a parar y lo que van a tomar cada uno?
«Los días normales miro para arriba a la calle del 9 y ya sé quiénes vienen, sin paran o no y lo que toman. Todo en orden».
Gustos de los jugadores.
¿Hay mucha diferencia entre los gustos de los extranjeros y los locales?
«No, prácticamente piden lo mismo. Todos piden bocatas, cafés, fruta y refrescos».
José Domingo, muchas gracias por habernos concedido esta pequeña entrevista y que el futuro te depare todo lo mejor.
«Muchas gracias a ti Jose, muchas gracias y un gran abrazo a todos los socios por acogerme así de bien durante todos estos años».