Entrenamiento Mental por Categorías de Edad 4, es la cuarta y última entrega de la serie que hemos venido publicando desde hace unos meses. Haciendo clic aquí pueden ver la tercera entrega, aquí la segunda y aquí la primera.
Francisco González nuestro Coach Mental de referencia nos habla en entrenamiento mental por categorías de todos los factores que influyen en los jóvenes en su etapa de aprendizaje.
Con el presente post termina esta serie dedicada al entendimiento de los aspectos más relevantes de la evolución fisiológica, mental y emocional de los niños, niñas y jóvenes así como del conocimiento de los condicionantes que pueden afectar a su desempeño deportivo y a la práctica del golf.
Siguiendo con la estructura de edades que establece la RFEG en este cuarto post trataré sobre la etapa que denomino Alto Rendimiento que abarca la Categoría Junior (edades comprendidas entre los 17 y 21 años).
La O.M.S. considera que, después de la adolescencia, la etapa que va de los 15 a los 24 años de edad se define como juventud, pues la idea formal y legal de que a los 18 años de edad se es un adulto o adulta no encaja en los parámetros científicos y sociológicos actuales, que apuntan al hecho de que la madurez emocional, el desarrollo hormonal y particularmente la actividad cerebral no se corresponden con esa edad.
El desarrollo cognitivo.
Las investigaciones en neurociencia demuestran que el desarrollo cognitivo de los y las jóvenes continua mucha más allá de los 18 años de edad ya que tanto su madurez emocional, como su imagen personal, identidad y el propio juicio estarán condicionados y limitados hasta que el cortex prefrontal del cerebro se desarrolle completamente, aunque es importante decir que no todos los jóvenes se desarrollan al mismo tiempo.
En cualquier caso y a pesar de la precocidad con la que cada vez se accede más a la competición deportiva los jugadores y jugadoras comprendidos en la categoría junior no dejan de ser jóvenes cuya madurez fisiológica, tanto física como cerebral, cognitiva y emocional aún no puede entenderse como la de un adulto/a.
El pensamiento.
En esta etapa el desarrollo longitudinal del cuerpo es más lento y culmina el desarrollo físico aumentando con rapidez la fuerza muscular. El pensamiento es teórico, formal y reflexivo, asimila operaciones intelectuales complejas, enriquece su aparato conceptual y puede considerarse una buena época para el aprendizaje, el estudio y la reflexión, lo que les permite afrontar la realidad con un mayor bagaje intelectual.
Desarrolla la autoconciencia, el conocimiento del propio yo y de la concepción del mundo, respeto a sí mismo y a sus funciones, tareas y roles.
Da valor y percibe mejor sus cualidades personales, la honradez, el sentido de lo que es justo y lo que no, lo que es importante y lo que no, lo que es perentorio y no.
Principios y valores.
Así mismo, desarrolla principios y valores que habían surgido en la adolescencia y que ahora empezarán a consolidarse, lo que hará que comiencen a enfrentarse y rechazar todo aquello que se les pretenda imponer.
Durante esta etapa los y las jóvenes comienzan a pensar en el futuro y empiezan a trazar planes vitales y profesionales que les permitan tener una buena vida.
Es una etapa en la que definitivamente los amigos/as tienen un rol de acompañamiento en sus deseos lo que les sirve de apoyo y confianza para enfrentarse a los acontecimientos y sucesos de la vida.
También es la etapa en la que defienden sus derechos individuales frente a quien pretenda no reconocerlos o simplemente los ignore.
Desde el punto de vista sentimental el sexo no representa ya un descubrimiento y una nueva experiencia pues ahora este torna hacia el descubrimiento de lo que es el amor.
El desempeño y y rendimiento deportivo.
Si lo miramos desde la perspectiva de la práctica físico-deportiva es en esta etapa en donde se producen los mayores avances en el desempeño y el rendimiento deportivo, bien entendido que esta es una referencia al mundo amateur.
También es una etapa en la que se suele dar el salto al mundo profesional y en la que los parámetros de desempeño y rendimiento adquieren una dimensión diferente y mucho más exigente.
Ahora bien y dada la larga trayectoria de los niños/as en las etapas anteriores de formación y aprendizaje, así como de iniciación a la competición y posterior perfeccionamiento hasta alcanzar la fase del alto rendimiento, el aumento significativo de las competiciones en el período de juventud de los jóvenes deberán de considerarse y tenerse muy en cuenta las repercusiones en su comportamiento, ya que uno de los efectos estadísticamente más comunes es el abandono del deporte y como no podría ser de otra manera del golf.
En esta etapa de Alto Rendimiento y dado el carácter acumulativo de las anteriores fases se hace imprescindible tener presente y en consideración las consecuencias que se derivan de la competición y que se orientan siempre en dos vectores opuestos:
COMPETICIÓN ? FACTOR EDUCATIVO/FORMATIVO ? DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD DEL DEPORTISTA
COMPETICIÓN ? FACTOR DE ALTERACIÓN DE LA CONDUCTA ? FRACASO/ÉXITO = AUTOVALORACIÓN INADECUADA
Estudios más importantes en la materia.
Son múltiples los estudios: Gardner et al. (1), Rottensteiner et al. (2) Persson et al. (3) y Molinero et al. (4) que demuestran y ponen en evidencia que el problema del abandono que se produce en edades muy tempranas tiene su etapa más crítica entre los 13 y los 18 años de edad e incluso posteriormente.
Las causas que provocan el abandono de la práctica físico-deportiva son muy diversas y variadas pero un breve resumen de las mismas nos llevaría a fijar como las que aparecen en casi todos estos estudios las siguientes:
– Conflicto de intereses: como consecuencia de coincidir el horario de otras actividades que interesan más o se priorizan por delante de la práctica físico-deportiva.
– Falta de tiempo: al tener que dedicarse intensamente a los estudios o verse inmerso en otras actividades extraescolares o familiares.
– Falta de mejora de las habilidades: el no percibir mejorías en la práctica deportiva lleva al desánimo, la decepción y el abandono.
– Falta de diversión: lo que conduce al aburrimiento y desinterés por la actividad.
– Presión competitiva: el exceso de presión, ya sea que provenga de la propia competición, del propio golfista, de los familiares, de los entrenadores, de los amigos/as es un factor de riesgo muy importante.
– Mala relación con el entrenador, directivos o compañeros de equipo: debida a conductas, comentarios, comportamientos y opiniones que provocan desánimo y malestar y pérdida de confianza en las motivaciones.
– Pérdida de motivación: que pueden ser muy diversas ya que cada deportista practica por una razón y una motivación distintas.
Recordemos que esas motivaciones pueden ser intrínsecas: como la diversión, el mejorar las habilidades y aprender otras nuevas, el experimentar sensaciones y emociones diferentes, estar con amigos y amigas o conocer algunos/as nuevos/as pero también pueden ser extrínsecas como ganar, tener éxito o tener el reconocimiento social de los demás.
Motivaciones intrínsecas y extrínsecas.
El abandono de la práctica físico-deportiva y del golf supone también el abandono de muchas de la motivaciones intrínsecas y extrínsecas que llevaron al niño o la niña a su práctica y en todos los estudios citados de todas ellas la falta de diversión en los entrenamientos aparece como una de las principales.
En esta lucha contra el abandono del deporte será necesario el compromiso, la dedicación y el conocimiento de todos estos factores por parte de la familia y de los entrenadores/as de niños, niñas y jóvenes.
Este libro en buena parte se orienta a que esa tarea sea más accesible y fácil para todos y todas.
Veamos entonces distintos aspectos del entrenamiento mental.
Entrenamiento Mental General.
Aquí el entrenamiento mental ha de desarrollarse en toda su amplitud en consonancia con el aumento de las cargas de la competición y del trabajo que conlleva el “pulido y detalle” del entrenamiento de perfeccionamiento anterior, de manera que:
– La planificación de los entrenamientos además de objetivos (técnicos, físicos, mentales, tácticos, físicos y nutricionales) deberá de tener en cuenta el calendario de competiciones elegidas y las características de los campos en los que se compite.
– La mejora del rendimiento debe ser testada periódica y frecuentemente además de someterse exhaustivamente al análisis tecnológico (radar, video y 3D).
La práctica se dirige en buena parte a la simulación de las condiciones de competición concretas que se den en los campos donde se va a competir según el calendario elegido.
Entrenamiento Mental Específico
Sus motivaciones están orientadas específicamente a la competencia debiendo de llevarse a cabo:
Una profundización de las habilidades de:
– Control de la activación y orientación atencional para que las apliquen en cada competición.
(1) Gardner, L. A., Magee, C. A. y Vella, S. A. (2017) “Enjoyment and behavioral intention predict organized youth sport participation and dropout”. Journal of Physical Activity & Health, 14.
(2) Rottensteiner, C., Laakso, L., Pihlaja, T. y Konttinen, N. (2013) “Personal Reasons for Withdrawal from Team Sports and the Influence of Significant Others among Youth Athletes”. International Journal of Sports Science & Coaching, 8.
(3) Persson, M., Espedalen, L. E., Stefansen, K. y Strandbu, Å. (2020) “Opting out of youth sports: how can we understand the social processes involved?”. Sport, Education & Society, 25.
(4) Molinero, O., Salguero, A., Tuero, C., Alvarez, E. y Márquez, S. (2006) “Dropout Reasons in Young Spanish Athletes: Relationship to Gender, Type of Sport and Level of Competition”. Journal of Sport Behavior, 29.
Con esta frase inicia nuestro Coach Mental Paco González su nuevo post, en el que nos habla del entrenamiento mental en edades tempranas y cómo evoluciona con el crecimiento del niño.
Pero mejor que nosotros mejor que sea él mismo el que lo haga con este vídeo.
El golf está creciendo como deporte (se ha pasado en todo el mundo de 61 millones de practicantes antes de la pandemia a más de 66 millones en la actualidad) y está teniendo un impacto positivo en la salud física de los adultos a raíz de dicha pandemia mundial además de favorecer una mejora en la salud mental de los practicantes de todas las edades.
No parece adecuado seguir dando la espalda a esta realidad y no conviene seguir creyendo que el golf es sólo y exclusivamente una cuestión de técnica y de resultados. En tal sentido, el entrenamiento mental es imprescindible para el actual golfista amateur y tiene que jugar un papel esencial en la incorporación de los nuevos jugadores y jugadoras que acceden por primera vez al mundo del golf a la vez que tiene que ser un pilar indiscutible en la formación de las nuevas generaciones de golfistas.
Para los niños/as y preadolescentes el golf puede darles su primer contacto con la interacción social, la disciplina y la dedicación, y aunque conocemos el estereotipo de los padres que presionan demasiado a sus hijos/as, la mayoría de los adultos quieren que sus hijos/as participen en el golf para recibir la educación que el deporte les puede brindar, incluida la conexión social para mejorar su salud mental.
Durante toda la edad escolar se ha corroborado (1) que «la participación en el deporte en edad escolar durante la preadolescencia y la adolescencia fue un predictor estadísticamente significativo de síntomas de depresión más bajos, estrés percibido más bajo y salud mental autoevaluada más alta en la edad adulta joven”
El golf exige antes de cada tiro en el campo, el que el/la golfista deba de tener en cuenta ciertos elementos, como el viento, la ubicación de la bola, los obstáculos que hubiese, el objetivo y el palo que necesitará para ejecutar el golpe que haya decidido y todo ello antes de realizar el tiro. Con cada nuevo factor que acontezca el/la golfista debe tomar toda esa información y modificar su enfoque para el próximo swing y el próximo golpe. Todo ello demanda además de una práctica física del golpe el que se establezcan imágenes mentales a modo de visualización del golpe, lo que favorece el análisis y la práctica imaginada.
Por otra parte el golf proporciona a los niños/as y jóvenes un campo de juego gigantesco de retroalimentación negativa que les obliga a confiar en su capacidad de recuperación para continuar con el juego en la ronda, pues “elefecto de jugar al golf en la salud mental de niño/as y adolescentes les proporciona una alta resiliencia que les hace experimentar una experiencia positiva de emociones que puede mejorar tanto su autoestima como su reacción de adaptación psicológica”(2).
También y aunque parezca bastante obvio una de las formas más beneficiosas en que el golf puede ayudar a los niños/as es sacarlos al sol. Desde un punto de vista fisiológico, la exposición segura a la luz solar puede aumentar los niveles naturales de vitamina D en los/as golfistas. Las deficiencias de vitamina D pueden causar fatiga, depresión, pérdida de densidad ósea y el debilitamiento del sistema inmunológico.
Con el Entrenamiento Mental se cruzan la actividad física y el bienestar mental. El Coach Mental de Golf ayuda a los/as golfistas a mantener altos niveles de rendimiento al priorizar la aptitud mental y también analiza la participación deportiva en relación con las habilidades mentales necesarias para el mejor rendimiento deportivo así como la regulación emocional.
Tal y como se dice en la cita no se puede conocer lo que no se puede nombrar. Los padres, madres, tutores, instructores y entrenadores deben de profundizar en el conocimiento de las características evolutivas (tanto desde el punto de vista fisiológico como psicológico o mental) de las niñas, niños y jóvenes que se dedican al aprendizaje y a la competición de golf, cuando además tales características son distintas y complejas para cada una de las diferentes categorías de edad.
En esta entrega y las próximas obviaré los contenidos generales, específicos y los ejercicios del entrenamiento mental para cada una de las edades y plantearé, como digo, los aspectos relevantes de la evolución fisiológica, mental y emocional.
Este primer post desciende a lo que denomino Etapa de Enseñanza y Aprendizajeque abarca la Categoría Benjamín (hasta 10 años)
En esta etapa (3) se producen cambios corporales que afectan al crecimiento de la estructura ósea y al fortalecimiento de los músculos y ligamentos. El corazón aumenta de tamaño, con lo cual aumenta la capacidad de trabajo, y los niños/as pueden realizar movimientos intensos y potentes aunque torpes y les resulta difícil realizar movimientos delicados o finos.
En esta categoría de edad el niño/a NO DEBE DEJAR DE JUGAR pero debe hacerlo de una manera más coordinada y precisa, resolviendo mejor las tareas y actividades cuando tienen un carácter de juego.
De los 6 a los 8 años la familia sigue siendo muy importante para él y ahora también lo empiezan a ser los amigos y profesores. Se forman losprimeros grupos de amigos y son frecuentes los juegos en equipo. Son relaciones frágiles que se pueden romper por cualquier pequeño contratiempo. El concepto de amigo es aquel que le complace.
De los 8 a los 10 años sus emociones son más equilibradas (aunque se puede enfadar con frecuencia), se forma una imagen de sí mismo y puede empezar a compararse con los demás. Necesita el refuerzo de los adultos y su aprobación para fomentar su autoestima.
Las sensaciones y percepciones en esta etapa son imperfectas aunque se ha advertido un avance en la percepción del tiempo tal vez debida a la presencia de los estímulos audiovisuales tan presentes en nuestras vidas. En este sentido, aún muestran dificultades en la percepción del tempo, no procesan debidamente lo rápido de lo lento, si los lapsus son cortos, se mueven más lentamente y si son largos lo hacen rápido y tienen dificultad para procesar el tiempo en horas, minutos o segundos.
La atención en gran parte es involuntaria, se distraen con facilidad, no pueden estar concentrados por mucho tiempo, aunque de nuevo la presencia de los estímulos audiovisuales hace que puedan estar enfocados en ellos durante largos lapsos de tiempo. El volumen de la atención es limitado, pues sólo alcanza a 2 ó 3 objetos y la distribución de la atención es también limitada. La memoria es involuntaria, aprenden mecánicamente, aunque la buena memorización esta ligada a lo que les interesa. El análisis mental les resulta difícil.
Los niños/as en esta etapa se caracterizan por la impulsividad, empiezan a desarrollar las acciones volitivas, no hay diferencia entre el tiempo de pensar y hacer, sólo comprenden los fines inmediatos, no los lejanos, y está poco expresada la capacidad para vencer obstáculos, de ahí el pobre desarrollo de las cualidades volitivas.
Desde el punto de vista emocional de los 6 a los 10 años (incluso hasta los 12) las niñas y niños pasan por un período de cierta serenidad, expresan sus emociones y han dejado atrás la época de los porqués y las perturbaciones en las que el miedo y la falta de control emocional eran habituales. Las normas y los valores son fuente de interés y su desarrollo cerebral les permitirá comprender sus procesos emocionales y lo que es más importante su regulación. Atenderán a afrontar sus temores y fobias y sus referentes serán su familia, maestros y sus iguales.
Su sistema nervioso empieza a adquirir un desarrollo pleno lo que provoca cambios en su actividad y eso les hace pasar de la excitación a la inhibición. En este período aumentan las posibilidades de entrenar el autocontrol fundamentalmente por el crecimiento de su cortex frontal lo que va a favorecer una autorregulación de sus conductas.
Con el desarrollo de su sistema nervioso, y la ampliación de las relaciones así como de las normas y reglas desarrollarán la valiosa herramienta del auto control emocional.
En próximos posts trataré de hacerles conocer un poco más algunas de las características evolutivas más importantes de las que les he hecho mención y continuaré estructurándolas por categorías de edad en consonancia con las categorías que establece la Federación Española de Golf y todo ello con el fin de que con su conocimiento se pueda mejorar la formación de nuestros niños/as y jóvenes deportistas.
Jewett, R., Sabiston, (et al) (2014). “Participación deportiva escolar durante la adolescencia y salud mental en la edad adulta temprana”. Diario de Salud Adolescente.
Schulze, Carolin (et al) (2020). “A sex/gender perspective on interventions to promote children’s and adolescents’ overall physical activity: results from genEffects systematic review”. Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg. Ed. Springer.
González Figueredo Madelín, (2009). “Psicología de las edades y entrenamiento deportivo”, Revista Digital efdeportes, nº 134.
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