La visualización es algo que muchos creen saber qué es pero pocos lo hacen correctamente. En este artículo de Paco González, nos adentramos en todo lo que conlleva la visualización en el golf.
Distinción entre real, virtual o ficticio.
Hasta hace bien poco se pensaba que el cerebro no podía distinguir entre lo real y lo virtual o ficticio pues se pensaba que las experiencias virtuales y las reales provocaban exactamente la mismas reacciones en el mismo.
Si bien tal afirmación es cierta desde el punto de vista de la percepción no lo es en la medida que el hipocampo (la parte del cerebro que se ocupa de la memoria) ante una realidad virtual se abstiene de crear mapas cognitivos que sirvan de base al recuerdo.
Se sabe que en los entornos ficticios o virtuales se pueden vivir experiencias con la misma intensidad que en el mundo real pero ahora también se sabe que no dejan huella en nosotros.
¿Cómo definimos la visualización?
Desde el punto de vista de la psicología deportiva la visualización es una forma de imaginar o simular lo que se quiere sentir, hacer o ver para tratar de construir una realidad aparente en la mente, implicando en ella a todos los sentidos.
A pesar de ser esta una definición indiscutible prefiero acercarme a la definición de la visualización de una manera más comprensible para el o la golfista amateur al que trato de enseñar esta técnica, haciéndolo de manera que se la defino como aquel proceso de crear una imagen mental o una intención de lo que se desea que acontezca o suceda en la realidad.
Es una técnica que exige un entrenamiento intenso y permanente que requiere de altos grados de concentración y motivación.
En todo caso, se ha demostrado que la visualización deportiva permite usar la imaginación para modificar patrones técnicos, físicos, emocionales y mentales por lo que supone una herramienta de enorme importancia para el correcto desempeño y rendimiento deportivos entre los que destacan: la mejora del desempeño técnico o mental, la corrección y perfeccionamiento de los movimientos, el control de las emociones, la generación de confianza y concentración, la gestión del estrés, la creación de sensaciones o la recuperación de las lesiones.
Corteza Motora Primaria.
Vemos que la parte del cerebro que se ocupa del control motor (planificación y ejecución) es la corteza motora primaria y fue descubierta en los años 30 del siglo pasado por el cirujano Wilder Penfield. Penfield concretó sus investigaciones y descubrimientos en un diagrama de las conexiones entre el cerebro y el resto del organismo humano al que se denominó Homúnculo de Penfield.
La corteza motora primaria se encuentra en el sector posterior del lóbulo frontal rodeando al encéfalo como si fuera una diadema e interviene en el control de los actos motores desde que se establece la finalidad de los mismos (áreas de asociación) y se organiza un programa o un plan, hasta que se dan las órdenes de cómo se ha de realizar ese programa que culminará con éxito el acto motor (áreas motoras).
El área motora suplementaria o premotora se activa cuando se imagina un movimiento sin realizarlo, de manera que al imaginar un acto motor o movimiento se activa la corteza cerebral como si realmente dicho acto motor o movimiento se estuviera haciendo, lo que viene a significar que en la mente subconsciente no existe diferencia entre un acontecimiento real y uno imaginario.
Homúnculo de Penfield.
Muy recientemente un grupo de investigadores de la Universidad de Washington han publicado en la revista Nature un amplio trabajo en el que demuestran no solamente que el Homúnculo de Penfield contenía errores, sino que han descubierto una serie de regiones intercaladas en la corteza frontal que se ocupan de la coordinación entre el cerebro y el cuerpo.
Tal descubrimiento apunta a la existencia, en dicha área motora, de dos sistemas: uno que se ocupa del control preciso del movimiento y otro, hasta ahora desconocido, que coordina esos movimientos con el resto del cuerpo.
Los neurocientíficos Evan Gordon y Nico Dosenbach quienes han liderado el estudio, que denominan SCAN (en inglés) Red de Acción Somato-Cognitiva (en español), concluyen que hay partes del cerebro que además de controlar el movimiento se encuentran conectadas a redes neuronales involucradas en el pensamiento, la planificación y el control de funciones corporales como la presión arterial, la respiración y los latidos del corazón.
Esto vendría a significar que el cuerpo y la mente están estrechamente entrelazados no ya de un modo abstracto sino literal, por lo que su tesis de que la acción y el control del cuerpo se fusionan en un circuito común podría ayudar a explicar por qué los estados de la mente y el cuerpo interactúan con tanta frecuencia.
Práctica real y práctica imaginaria, ambas funcionan.
El presente descubrimiento no viene sino a poner en primera línea del entrenamiento mental las virtudes que el mindfulness, la respiración nasal, la consciencia corporal y la coherencia cardíaca aportan al desempeño y rendimiento deportivo, especialmente al del golf, ya sea a través de la práctica real o de la práctica imaginada.
Es muy conocida, pero no menos interesante desde el punto de lo excepcional y premonitorio, esta frase explicativa realizada en 1986 por Jack Nicklaus en la que expone claramente esta técnica mental:
“Antes de cada golpe, reproduzco la “película” que hay dentro de mi cabeza. Y he aquí lo que ocurre. En primer lugar, veo la pelota en el lugar al que quiero que vaya, bonita y blanca sobre la hierba verde y brillante».
«A continuación, veo como la pelota va hacia allí, su camino y su trayectoria e incluso la manera en que aterriza. En la escena siguiente aparezco yo lanzando un golpe que hará que la imagen anterior se convierta en realidad. Estas “películas” constituyen una clave en mi concentración y en el enfoque positivo que le doy a cada golpe”.
Reglas esenciales para los jugadores de golf.
Entre las reglas esenciales que en el entrenamiento mental enseño a todo jugador y jugadora amateur de golf y que adquieren una importancia capital en el uso de la visualización se encuentran:
– El jugador o jugadora de golf siempre debe enfocarse en dar buenos golpes. – La jugadora o jugador de golf debe de poner la atención siempre en lo que quiere que ocurra y no en aquello que quiere evitar.
Nadie debe prestarse a la confusión de creer que exclusivamente con la visualización se puede conseguir hacer bien un golpe o, lo que es lo mismo, imaginar que por el simple hecho de pensar en algo eso va a pasar.
Es necesario entender que existe una diferencia entre fantasear y visualizar. En el acto de fantasear o soñar despierto no existe control alguno, por lo que la mente puede divagar.en Por otro lado el acto de visualizar existe un propósito concreto y una finalidad específica sujeta al control de quien lo realiza. Y por último en la visualización el foco atencional puede ser tanto externo como interno o bien puede ser una secuencia de ambos.
Los circuitos neuronales el origen del movimiento.
Una clara y nítida visualización predispone al cuerpo a través de los circuitos neuronales a preparar y realizar el golpe de una manera más efectiva y eficiente.
Debo decir y reiterar que todo movimiento se inicia en los circuitos neuronales del cerebro de manera que cuando creamos una imagen de la acción que pretendemos realizar el cerebro la procesa y manda señales a los músculos implicados en dicha acción aunque nosotros nos encontremos quietos e inmóviles.
La mente subconsciente encargada de todo movimiento atlético no distingue entre una acción real y una imaginada, de manera que cuando se piensa, se imagina y se crea una imagen del movimiento se activarán los músculos que van a realizarla, pero no olvide que practicar la visualización requiere tiempo, disciplina y entrenamiento.
Se puede concluir que la visualización en golf es una importante herramienta mental que permite usar la imaginación para modificar patrones técnicos, físicos, emocionales o mentales cuyo uso, lamentablemente, tal vez sea el que menos extendido está en el ámbito amateur.
Uso de la visualización como herramienta de mejora para el jugador de golf.
Su incorporación, especialmente, en la rutina previa al golpe o en los distintos factores a los que se puede aplicar, resultaría de un gran beneficio para cualquier jugador o jugadora amateur de golf desde el punto de vista de su rendimiento y de su nivel de juego, pues no solamente ayudaría específicamente en dichos factores sino que con carácter general ayudaría a:
– Ganar confianza al programar la mente para realizar una acción positiva.
– Regular los niveles de estrés.
– Gestionar y controlar las emociones.
– Aumentar la concentración.
– Favorecer el proceso de la toma de decisiones.
La Resilencia es una palabra que se utiliza mucho últimamente pero que muchas personas no tienen claro su significado.
En este post de nuestro Mental Coach de referencia Paco González, nos dará su significado y la relación que tiene con el golf.
Esperamos que les guste.
Resilencia.
Todas las habilidades mentales son necesarias en la vida de cualquier persona y conviene tenerlas presentes en el día a día ante las eventualidades y acontecimientos que se presentan y ocurren.
Es cierto que todos los seres humanos tenemos en mayor o menor medida un conjunto de herramientas mentales que progresivamente se van adquiriendo a través de la educación y de las experiencias vitales.
Una de ellas es la resiliencia que con carácter general, como constructo mental o psicológico y a pesar de la multiplicidad conceptual inherente a la misma, podríamos definir como la capacidad que tienen las personas para sobreponerse a las situaciones adversas y salir reforzadas de ellas.
A lo largo de los últimos años esta noción ha ido adquiriendo cada vez más importancia en el ámbito del deporte y personalmente, en el contexto del golf, he ido tratando de aplicarla específicamente en el entrenamiento mental para enseñarla como una herramienta indispensable en el mejor desempeño y rendimiento golfísticos.
Estudios e investigaciones científicas.
No son muchos los estudios e investigaciones científicas orientadas hacia el deporte que abordan la cuestión de la resiliencia y sus efectos en el deporte competitivo o de recreación y menos aún, o casi ninguno, los que se enfocan en el golf.
Entre los resultados obtenidos se concluye que la actividad deportiva desarrolla en los y las deportistas factores protectores (motivación, aceptación de los errores, tolerancia a la frustración y auto-eficacia) capaces de generar la resiliencia en ellos y ellas, lo cual les permite superar las situaciones difíciles (presión, lesiones, derrotas) tanto dentro como fuera del ámbito deportivo, así como enfrentarse con éxito a la ansiedad y al estrés.
Pero hay una conclusión que conviene resaltar de alguno de estos estudios y que refiriéndose a los deportes individuales es de aplicación al golf.
Esa conclusión que es causa de mi especial interés por este constructor es la descrita por Mummery et al. (1), quienes concluyen que en el ámbito deportivo, la resiliencia no solamente hace referencia a la capacidad de resistencia que se puede desarrollar ante una experiencia negativa, sino que la misma es susceptible de afectar positivamente a la recuperación física, y lo que es aún más importante, al desempeño deportivo.
Ejercicio físico y deporte para prevenir diversas patologías.
Tal y como ha quedado demostrado en numerosas investigaciones y se puede encontrar en la literatura científica, el deporte y el ejercicio físico favorecen la salud física al prevenir numerosas patologías, pero también favorecen la salud mental y emocional al disminuir los efectos del estrés y la ansiedad, por lo que hoy en día se considera que el óptimo rendimiento deportivo no sólo se alcanza con la condición física y técnica, sino que el factor psicológico juega un papel tremendamente importante en él.
A lo largo de la vida de las personas como a lo largo de la carrera de un deportista surgen obstáculos, inconvenientes, desgracias, infortunios o lesiones. Igualmente, a lo largo del ejercicio de la práctica del golf, los y las golfistas como personas y deportistas no solamente están expuestos y expuestas a estos avatares sino que además deben de lidiar con la naturaleza intrínseca del juego del golf, una naturaleza llena de incertidumbres, complejidad técnica, dificultad mental y frágil equilibrio emocional.
La psicología deportiva se ha enfrentado, desde la perspectiva personal o deportiva, a la resolución o mitigación de todas estas dificultades desde diferentes ópticas con mayor o menor eficacia.
Entre ellas también me he interesado especialmente en aplicar al golf la Psicología Positiva de Martin Seligman (2) cuyos focos de atención se centran en aquellas habilidades que posibilitan la mejora de la sensación de bienestar y el crecimiento personal.
Principalmente el potenciar las fortalezas (entre algunas de ellas: la creatividad, el deseo de aprender, la generosidad, la tenacidad, la honestidad, el coraje, la compasión, la modestia, el autocontrol, la gratitud), además del optimismo, el humor, la resiliencia, la inteligencia emocional, la capacidad de fluir y la atención plena o el mindfulness.
La utilización de habilidades para sacar beneficio.
Y todo ello porque, a pesar de todas las dificultades que se le puedan presentar a una persona o a un o una deportista, quienes usen estas habilidades y actitudes saldrán beneficiados al enfrentarse a las mismas ya que las estrategias de afrontamiento que desarrollen podrán transferirlas a su vida cotidiana.
Si bien es cierto que me intereso por muchos de los postulados de la Psicología Positiva también he de decir que no comparto de ella la idea de dejar a un lado las debilidades para centrarse exclusivamente en el desarrollo de las fortalezas, sino que además creo que una manera de alcanzar los beneficios de este enfoque para el deporte y para el golf pasa también por la corrección de las debilidades, pues en su erradicación o mejora también existe un enorme potencial transformador.
No existe ningún deporte en el que siempre se gane o lo que es lo mismo, en todo deporte siempre existe la posibilidad de perder.
Imposible salir de un campo de golf siempre con sensaciones positivas.
Me atrevería a decir que el golf por su naturaleza técnica y emocional, por sus variables y condicionantes, por la extraordinaria carga de incertidumbre, por tener que ejercitarse siempre en un terreno diferente y sometido a las inclemencias del tiempo es el deporte en el que con mayor probabilidad y frecuencia no es posible sentir siempre una experiencia positiva completa y en el que la recompensa siempre es la promesa de que es posible hacerlo mejor la próxima vez.
La necesidad de persistir y continuar luchando por alcanzar las metas y fines trazados superando los momentos y resultados negativos forma parte de la mejor y adecuada actitud de todo y toda deportista pero, para ello, necesita desarrollar la resiliencia.
En el golf la resiliencia no es solamente un atributo sino que es una habilidad indispensable para obtener mejores resultados y un mejor desempeño y rendimiento.
Desarrollar la resiliencia va suponer necesariamente tener que desarrollar la autoestima, la fortaleza mental, la autoconfianza, el tener una mentalidad de crecimiento o el desplegar una fuerte capacidad de aceptación de los errores.
(1) Mummery, William et al (2004) “Bouncing Back: The Role Of Coping Style, Social Support And Self-Concept In Resilience Of Sport Performance”. Athletic Insight. The Online Journal of Sport Psychology, Vol. 6, Issue 3.
(2) Seligman, Martin E.P. (2011) “La auténtica Felicidad”. Ed. B de Bolsillo.
Foto: 27707 en Pixabay.
Francisco González www.golfmentalcoaching.com
fggolfmentalcoaching@gmail.com
Entrenamiento Mental por Categorías de Edad 4, es la cuarta y última entrega de la serie que hemos venido publicando desde hace unos meses. Haciendo clic aquí pueden ver la tercera entrega, aquí la segunda y aquí la primera.
Francisco González nuestro Coach Mental de referencia nos habla en entrenamiento mental por categorías de todos los factores que influyen en los jóvenes en su etapa de aprendizaje.
Con el presente post termina esta serie dedicada al entendimiento de los aspectos más relevantes de la evolución fisiológica, mental y emocional de los niños, niñas y jóvenes así como del conocimiento de los condicionantes que pueden afectar a su desempeño deportivo y a la práctica del golf.
Siguiendo con la estructura de edades que establece la RFEG en este cuarto post trataré sobre la etapa que denomino Alto Rendimiento que abarca la Categoría Junior (edades comprendidas entre los 17 y 21 años).
La O.M.S. considera que, después de la adolescencia, la etapa que va de los 15 a los 24 años de edad se define como juventud, pues la idea formal y legal de que a los 18 años de edad se es un adulto o adulta no encaja en los parámetros científicos y sociológicos actuales, que apuntan al hecho de que la madurez emocional, el desarrollo hormonal y particularmente la actividad cerebral no se corresponden con esa edad.
El desarrollo cognitivo.
Las investigaciones en neurociencia demuestran que el desarrollo cognitivo de los y las jóvenes continua mucha más allá de los 18 años de edad ya que tanto su madurez emocional, como su imagen personal, identidad y el propio juicio estarán condicionados y limitados hasta que el cortex prefrontal del cerebro se desarrolle completamente, aunque es importante decir que no todos los jóvenes se desarrollan al mismo tiempo.
En cualquier caso y a pesar de la precocidad con la que cada vez se accede más a la competición deportiva los jugadores y jugadoras comprendidos en la categoría junior no dejan de ser jóvenes cuya madurez fisiológica, tanto física como cerebral, cognitiva y emocional aún no puede entenderse como la de un adulto/a.
El pensamiento.
En esta etapa el desarrollo longitudinal del cuerpo es más lento y culmina el desarrollo físico aumentando con rapidez la fuerza muscular. El pensamiento es teórico, formal y reflexivo, asimila operaciones intelectuales complejas, enriquece su aparato conceptual y puede considerarse una buena época para el aprendizaje, el estudio y la reflexión, lo que les permite afrontar la realidad con un mayor bagaje intelectual.
Desarrolla la autoconciencia, el conocimiento del propio yo y de la concepción del mundo, respeto a sí mismo y a sus funciones, tareas y roles.
Da valor y percibe mejor sus cualidades personales, la honradez, el sentido de lo que es justo y lo que no, lo que es importante y lo que no, lo que es perentorio y no.
Principios y valores.
Así mismo, desarrolla principios y valores que habían surgido en la adolescencia y que ahora empezarán a consolidarse, lo que hará que comiencen a enfrentarse y rechazar todo aquello que se les pretenda imponer.
Durante esta etapa los y las jóvenes comienzan a pensar en el futuro y empiezan a trazar planes vitales y profesionales que les permitan tener una buena vida.
Es una etapa en la que definitivamente los amigos/as tienen un rol de acompañamiento en sus deseos lo que les sirve de apoyo y confianza para enfrentarse a los acontecimientos y sucesos de la vida.
También es la etapa en la que defienden sus derechos individuales frente a quien pretenda no reconocerlos o simplemente los ignore.
Desde el punto de vista sentimental el sexo no representa ya un descubrimiento y una nueva experiencia pues ahora este torna hacia el descubrimiento de lo que es el amor.
El desempeño y y rendimiento deportivo.
Si lo miramos desde la perspectiva de la práctica físico-deportiva es en esta etapa en donde se producen los mayores avances en el desempeño y el rendimiento deportivo, bien entendido que esta es una referencia al mundo amateur.
También es una etapa en la que se suele dar el salto al mundo profesional y en la que los parámetros de desempeño y rendimiento adquieren una dimensión diferente y mucho más exigente.
Ahora bien y dada la larga trayectoria de los niños/as en las etapas anteriores de formación y aprendizaje, así como de iniciación a la competición y posterior perfeccionamiento hasta alcanzar la fase del alto rendimiento, el aumento significativo de las competiciones en el período de juventud de los jóvenes deberán de considerarse y tenerse muy en cuenta las repercusiones en su comportamiento, ya que uno de los efectos estadísticamente más comunes es el abandono del deporte y como no podría ser de otra manera del golf.
En esta etapa de Alto Rendimiento y dado el carácter acumulativo de las anteriores fases se hace imprescindible tener presente y en consideración las consecuencias que se derivan de la competición y que se orientan siempre en dos vectores opuestos:
COMPETICIÓN ? FACTOR EDUCATIVO/FORMATIVO ? DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD DEL DEPORTISTA
COMPETICIÓN ? FACTOR DE ALTERACIÓN DE LA CONDUCTA ? FRACASO/ÉXITO = AUTOVALORACIÓN INADECUADA
Estudios más importantes en la materia.
Son múltiples los estudios: Gardner et al. (1), Rottensteiner et al. (2) Persson et al. (3) y Molinero et al. (4) que demuestran y ponen en evidencia que el problema del abandono que se produce en edades muy tempranas tiene su etapa más crítica entre los 13 y los 18 años de edad e incluso posteriormente.
Las causas que provocan el abandono de la práctica físico-deportiva son muy diversas y variadas pero un breve resumen de las mismas nos llevaría a fijar como las que aparecen en casi todos estos estudios las siguientes:
– Conflicto de intereses: como consecuencia de coincidir el horario de otras actividades que interesan más o se priorizan por delante de la práctica físico-deportiva.
– Falta de tiempo: al tener que dedicarse intensamente a los estudios o verse inmerso en otras actividades extraescolares o familiares.
– Falta de mejora de las habilidades: el no percibir mejorías en la práctica deportiva lleva al desánimo, la decepción y el abandono.
– Falta de diversión: lo que conduce al aburrimiento y desinterés por la actividad.
– Presión competitiva: el exceso de presión, ya sea que provenga de la propia competición, del propio golfista, de los familiares, de los entrenadores, de los amigos/as es un factor de riesgo muy importante.
– Mala relación con el entrenador, directivos o compañeros de equipo: debida a conductas, comentarios, comportamientos y opiniones que provocan desánimo y malestar y pérdida de confianza en las motivaciones.
– Pérdida de motivación: que pueden ser muy diversas ya que cada deportista practica por una razón y una motivación distintas.
Recordemos que esas motivaciones pueden ser intrínsecas: como la diversión, el mejorar las habilidades y aprender otras nuevas, el experimentar sensaciones y emociones diferentes, estar con amigos y amigas o conocer algunos/as nuevos/as pero también pueden ser extrínsecas como ganar, tener éxito o tener el reconocimiento social de los demás.
Motivaciones intrínsecas y extrínsecas.
El abandono de la práctica físico-deportiva y del golf supone también el abandono de muchas de la motivaciones intrínsecas y extrínsecas que llevaron al niño o la niña a su práctica y en todos los estudios citados de todas ellas la falta de diversión en los entrenamientos aparece como una de las principales.
En esta lucha contra el abandono del deporte será necesario el compromiso, la dedicación y el conocimiento de todos estos factores por parte de la familia y de los entrenadores/as de niños, niñas y jóvenes.
Este libro en buena parte se orienta a que esa tarea sea más accesible y fácil para todos y todas.
Veamos entonces distintos aspectos del entrenamiento mental.
Entrenamiento Mental General.
Aquí el entrenamiento mental ha de desarrollarse en toda su amplitud en consonancia con el aumento de las cargas de la competición y del trabajo que conlleva el “pulido y detalle” del entrenamiento de perfeccionamiento anterior, de manera que:
– La planificación de los entrenamientos además de objetivos (técnicos, físicos, mentales, tácticos, físicos y nutricionales) deberá de tener en cuenta el calendario de competiciones elegidas y las características de los campos en los que se compite.
– La mejora del rendimiento debe ser testada periódica y frecuentemente además de someterse exhaustivamente al análisis tecnológico (radar, video y 3D).
La práctica se dirige en buena parte a la simulación de las condiciones de competición concretas que se den en los campos donde se va a competir según el calendario elegido.
Entrenamiento Mental Específico
Sus motivaciones están orientadas específicamente a la competencia debiendo de llevarse a cabo:
Una profundización de las habilidades de:
– Control de la activación y orientación atencional para que las apliquen en cada competición.
(1) Gardner, L. A., Magee, C. A. y Vella, S. A. (2017) “Enjoyment and behavioral intention predict organized youth sport participation and dropout”. Journal of Physical Activity & Health, 14.
(2) Rottensteiner, C., Laakso, L., Pihlaja, T. y Konttinen, N. (2013) “Personal Reasons for Withdrawal from Team Sports and the Influence of Significant Others among Youth Athletes”. International Journal of Sports Science & Coaching, 8.
(3) Persson, M., Espedalen, L. E., Stefansen, K. y Strandbu, Å. (2020) “Opting out of youth sports: how can we understand the social processes involved?”. Sport, Education & Society, 25.
(4) Molinero, O., Salguero, A., Tuero, C., Alvarez, E. y Márquez, S. (2006) “Dropout Reasons in Young Spanish Athletes: Relationship to Gender, Type of Sport and Level of Competition”. Journal of Sport Behavior, 29.
«La paciencia es la compañera de la sabiduría» San Agustín.
Por Francisco González.
En el presente post de esta serie de Entrenamiento Mental por Categorías, trataré de seguir ampliando el entendimiento de los aspectos más relevantes de la evolución fisiológica, mental y emocional de los niños/as y jóvenes para tener una mayor comprensión de los condicionantes que pueden afectar a su desempeño deportivo y a la práctica del golf.
Ese conocimiento permitirá a padres, madres, tutores y entrenadores/as de los/as jóvenes golfistas afrontar mejor la complejidad y los avatares del entrenamiento y la competición deportiva.
Siguiendo con la estructura de edades que establece la RFEG en este tercer post trataré de la etapa que denomino Perfeccionamiento y Competición que abarca las Categorías Infantil y Cadete (13 y 14 – 15 y 16 años).
En las últimas décadas hemos asistido a una transformación y evolución en la etapa conocida como adolescencia que ha alterado la percepción que teníamos hasta ahora de ese período de los niños/as, esencialmente como consecuencia de la anticipación de la edad en la que situábamos dicha etapa.
Ana Serapio Costa (Psicóloga) en sus estudios e investigaciones (1) establece, hoy en día, como algo común el encontrarnos con perfiles y personalidades “adolescentes” en chicos/as de 10 a 14 años y aunque muchas de las características que la definen siguen siendo las mismas, habremos de tener en cuenta estos cambios para establecer una pedagogía que no solamente se dirija a la Perfección en el aprendizaje del golf, sino que tenga en cuenta aún aspectos relacionados con la Enseñanza.
En esta etapa van a ocurrir cambios físicos relacionados con el denominado segundo estirón: aumento de la estatura, incremento del peso y del diámetro torácico. Se va a producir también un aumento de la masa muscular y de la fuerza de los músculos con mayor intensidad al finalizar la etapa de maduración sexual.
Este aumento amplía las posibilidades físicas de los/as adolescentes pero los músculos de estos/as se fatigan con mayor rapidez que los del adulto y todavía no son capaces de soportar tensiones prolongadas.
La reestructuración del aparato locomotor va unida a la pérdida de la armonía en los movimientos y se manifiesta una incapacidad de dominar el propio cuerpo y esto puede provocar a los/as adolescentes vivencias desagradables e inseguridad. El crecimiento del corazón es mayor que el crecimiento de los vasos sanguíneos, de ahí que presenten palpitaciones, mareos, aumento de la presión sanguínea, dolores de cabeza y rápida fatiga.
En este período la maduración sexual introduce grandes cambios en la actividad vital de su organismo; las glándulas sexuales tienen doble función: elaboran células sexuales y segregan hormonas sexuales, estas últimas se va a adelantar a las primeras y como resultado de ello, aparecen los caracteres sexuales secundarios (cambio de la forma general del cuerpo, acumulación intensa de la grasa en el tejido celular subcutáneo, aparición del vello púbico). En las chicas se produce un rápido crecimiento de los huesos de la pelvis, aumento de las mamas y en los chicos manifestación impetuosa de su energía vital.
Los/as adolescentes presentan una acentuada irritabilidad, hipersensibilidad, fatiga, debilidad de los mecanismos de contención, distracción, menos productividad en el trabajo y perturbación del sueño.
Se desarrollan intensamente, los procesos psíquicos (pensamiento abstracto, memoria, atención voluntaria e imaginación). La percepción en el adolescente adquiere contenido, es planificada, lo que ayuda a la formación de la observación como percepción dirigida y organizada hacia un objeto; el pensamiento es más lógico y fundamentado, se desarrolla la capacidad de analizar, comparar y generalizar de forma independiente, tienden a llegar a la esencia del fenómeno, aquí comienzan a dominar el pensamiento abstracto.
Tiene importancia la memoria voluntaria, se desarrolla con mayor intensidad la memoria lógico-verbal, son determinantes los procedimientos conscientes y selectivos de la memorización en relación con los mecánicos. La atención también se perfecciona, se hace más voluntaria.
Se desarrollan rasgos volitivos como la valentía, independencia, decisión e iniciativa, puede apreciar el justo valor de las exigencias que se les presentan, si creen que son justas, necesarias y convenientes se subordinan a ellas con disposición y hasta con placer.
El primer factor de desarrollo de la personalidad de los/as adolescentes es su propia actividad, orientada a asimilar modelos y valores, a construir relaciones satisfactorias con los adultos, con sus compañeros y hacia sí mismo.
En las interrelaciones de los/as adolescentes y del adulto se limitan los derechos de este último pero se amplían los de los primeros que pretenden que se respete su confianza, su personalidad y dignidad humana, y aumente su independencia; aspirando a cierta igualdad de derechos con los adultos.
Las relaciones con sus compañeros/as adquieren un gran valor, entran en la esfera de las relaciones íntimas y de la actividad conjunta, llevan el deseo de tener amigos/as, de ser aceptados/as, reconocidos/as y respetados/as. Se desarrolla la autoconciencia manifestada en el interés por conocer sus propias particularidades, capacidades, pensamientos, prestan atención especial a los defectos y para esto se comparan constantemente con sus compañeros.
Entrenamiento Mental
Consideraciones Generales
En este período el entrenamiento mental adquiere una mayor intensidad en consonancia con el aumento de las cargas de calidad que conlleva la competición y el trabajo de perfeccionamiento de manera que:
– Se mantiene la orientación a la competencia pero vuelve a aparecer de forma relevante la propia mejora lo que permitirá trabajar en el perfeccionamiento de habilidades ya aprendidas que requieren un trabajo y entrenamiento constante.
– Se establece una planificación del entrenamiento por objetivos y metas.
– La mejora del rendimiento (aumentar el número de aciertos, disminuir errores, mejorar marcas y niveles) juega un papel fundamental en esta etapa.
– La mejora individual se somete al análisis y escrutinio de las estadísticas de competición y se apoya en el análisis tecnológico (radar, video y 3D)
– La práctica se dirige a la simulación de las condiciones de competición.
Entrenamiento Mental Específico
Las motivaciones están orientadas hacia la competencia y su mejora. Desarrollo de las habilidades de:
– Control de la activación y orientación atencional para que las apliquen en cada competición.
– Mindfulness o Atención Plena
– Toma de Consciencia Corporal: Meditación sobre las Sensaciones del Cuerpo.
– Toma de consciencia de la respiración.
– Práctica imaginada: visualización.
– Diálogo Interno: autoinstrucciones positivas.
– Rutinas:
Pre-Ronda
ISEVEA
Post-Golpe
Post-Ronda
– Mentalidad de Crecimiento.
– Aceptación.
– Foco en el Proceso NO en el Resultado
– Introducción al entrenamiento de: Neurofeeddback: Quiet Eyes (FocusBand); Mushin o Flow (FocusBand)
Paco González nuestro Coach Mental de referencia, ese al que siempre acudimos cuando tenemos dudas sobre nuestro juego mental, nos ofrece la tercera parte del entrenamiento mental por categorías de edad, cadena de posts muy interesantes y del que estamos aprendiendo muchísimo.
Hoy le toca el turno a los infantiles y cadetes, de 13 a 16 años. Pero dejemos que sea él mismo el que nos lo presente.
En el presente post de esta serie trataré de seguir ampliando el entendimiento de los aspectos más relevantes de la evolución fisiológica, mental y emocional de los niños/as y jóvenes para tener una mayor comprensión de los condicionantes que pueden afectar a su desempeño deportivo y a la práctica del golf. Ese conocimiento permitirá a padres, madres, tutores y entrenadores/as de los/as jóvenes golfistas afrontar mejor la complejidad y los avatares del entrenamiento y la competición deportiva.
Siguiendo con la estructura de edades que establece la RFEG, tal y como ya les había comentado, en este tercer post trataré de la etapa que denomino Perfeccionamiento y Competición que abarca las Categorías Infantil y Cadete (13 y 14 – 15 y 16 años).
En las últimas décadas hemos asistido a una transformación y evolución en la etapa conocida como adolescencia que ha alterado la percepción que teníamos hasta ahora de ese período de los niños/as, esencialmente como consecuencia de la anticipación de la edad en la que situábamos dicha etapa. Ana Serapio Costa (Psicóloga) en sus estudios e investigaciones (1) establece, hoy en día, como algo común el encontrarnos con perfiles y personalidades “adolescentes” en chicos/as de 10 a 14 años y aunque muchas de las características que la definen siguen siendo las mismas, habremos de tener en cuenta estos cambios para establecer una pedagogía que no solamente se dirija a la Perfección en el aprendizaje del golf, sino que tenga en cuenta aún aspectos relacionados con la Enseñanza.
En esta etapa van a ocurrir cambios físicos relacionados con el denominado segundo estirón: aumento de la estatura, incremento del peso y del diámetro torácico.
Se va a producir también un aumento de la masa muscular y de la fuerza de los músculos con mayor intensidad al finalizar la etapa de maduración sexual. Este aumento amplía las posibilidades físicas de los/as adolescentes pero los músculos de estos/as se fatigan con mayor rapidez que los del adulto y todavía no son capaces de soportar tensiones prolongadas.
La reestructuración del aparato locomotor va unida a la pérdida de la armonía en los movimientos y se manifiesta una incapacidad de dominar el propio cuerpo y esto puede provocarle a los/as adolescentes vivencias desagradables e inseguridad.
El crecimiento del corazón es mayor que el crecimiento de los vasos sanguíneos, de ahí que presenten palpitaciones, mareos, aumento de la presión sanguínea, dolores de cabeza y rápida fatiga.
En este período la maduración sexual introduce grandes cambios en la actividad vital de su organismo; las glándulas sexuales tienen doble función: elaboran células sexuales y segregan hormonas sexuales, estas últimas se va a adelantar a las primeras y como resultado de ello, aparecen los caracteres sexuales secundarios (cambio de la forma general del cuerpo, acumulación intensa de la grasa en el tejido celular subcutáneo, aparición del vello púbico).
En las chicas se produce un rápido crecimiento de los huesos de la pelvis, aumento de las mamas y en los chicos manifestación impetuosa de su energía vital.
Los/as adolescentes presentan una acentuada irritabilidad, hipersensibilidad, fatiga, debilidad de los mecanismos de contención, distracción, menos productividad en el trabajo y perturbación del sueño.
Se desarrollan intensamente, los procesos psíquicos (pensamiento abstracto, memoria, atención voluntaria e imaginación). La percepción en el adolescente adquiere contenido, es planificada, lo que ayuda a la formación de la observación como percepción dirigida y organizada hacia un objeto; el pensamiento es más lógico y fundamentado, se desarrolla la capacidad de analizar, comparar y generalizar de forma independiente, tienden a llegar a la esencia del fenómeno, aquí comienzan a dominar el pensamiento abstracto.
Tiene importancia la memoria voluntaria, se desarrolla con mayor intensidad la memoria lógico-verbal, son determinantes los procedimientos conscientes y selectivos de la memorización en relación con los mecánicos. La atención también se perfecciona, se hace más voluntaria.
Se desarrollan rasgos volitivos como la valentía, independencia, decisión e iniciativa, puede apreciar el justo valor de las exigencias que se les presentan, si creen que son justas, necesarias y convenientes se subordinan a ellas con disposición y hasta con placer.
El primer factor de desarrollo de la personalidad de los/as adolescentes es su propia actividad, orientada a asimilar modelos y valores, a construir relaciones satisfactorias con los adultos, con sus compañeros y hacia sí mismo.
En las interrelaciones de los/as adolescentes y del adulto se limitan los derechos de este último pero se amplían los de los primeros que pretenden que se respete su confianza, su personalidad y dignidad humana, y aumente su independencia; aspirando a cierta igualdad de derechos con los adultos.
Las relaciones con sus compañeros/as adquieren un gran valor, entran en la esfera de las relaciones íntimas y de la actividad conjunta, llevan el deseo de tener amigos/as, de ser aceptados/as, reconocidos/as y respetados/as.
Se desarrolla la autoconciencia manifestada en el interés por conocer sus propias particularidades, capacidades, pensamientos, prestan atención especial a los defectos y para esto se comparan constantemente con sus compañeros.
Entrenamiento Mental
Consideraciones Generales
En este período el entrenamiento mental adquiere una mayor intensidad en consonancia con el aumento de las cargas de calidad que conlleva la competición y el trabajo de perfeccionamiento de manera que:
– Se mantiene la orientación a la competencia pero vuelve a aparecer de forma relevante la propia mejora lo que permitirá trabajar en el perfeccionamiento de habilidades ya aprendidas que requieren un trabajo y entrenamiento constante.
– Se establece una planificación del entrenamiento por objetivos y metas.
– La mejora del rendimiento (aumentar el número de aciertos, disminuir errores, mejorar marcas y niveles) juega un papel fundamental en esta etapa.
– La mejora individual se somete al análisis y escrutinio de las estadísticas de competición y se apoya en el análisis tecnológico (radar, video y 3D)
– La práctica se dirige a la simulación de las condiciones de competición.
Entrenamiento Mental Específico
Las motivaciones están orientadas hacia la competencia y su mejora.
Desarrollo de las habilidades de:
– Control de la activación y orientación atencional para que las apliquen en cada competición.
Mindfulness o Atención Plena
Toma de Consciencia Corporal: Meditación sobre las Sensaciones del Cuerpo.
– Toma de consciencia de la respiración.
– Práctica imaginada: visualización.
– Diálogo Interno: autoinstrucciones positivas.
– Rutinas:
Pre-Ronda
ISEVEA
Post-Golpe
Post-Ronda
– Mentalidad de Crecimiento.
– Aceptación.
– Foco en el Proceso NO en el Resultado
– Introducción al entrenamiento de:
Neurofeddback:
Quiet Eyes (FocusBand)
Mushin o Flow (FocusBand)
(1) Serapio Costa, Ana. “Realidad psicosocial: La adolescencia actual y su temprano comienzo”, Revista Estudios de Juventud, 2006.
Francisco González, nuestro coach mental al que recurrimos para saber más de esta materia, nos presenta su nuevo post que titula Jon Rahm.
En él nos habla de Jon, de su coach mental Joseba del Carmen, de su experiencia al ganar el Masters de Augusta y muchas cosas más.
Hoy altero la secuencia prometida acerca del análisis sobre el Entrenamiento Mental por Edades que volveré a retomar después de este post, porque me ha parecido interesante el tener que aportar algunas consideraciones acerca de la victoria conseguida por Jon Rahm hace unos días en el Master de Augusta 2023.
Desde Descartes se suele tener una visión mecanicista del cuerpo humano, una visión dualista que separa el cuerpo y la mente de manera que sólo pueden medirse y conocerse los aspectos físicos del ser humano, mientras que todo lo relativo a las emociones y conductas del mismo quedarían en manos de su espíritu.
Todavía en muchos órdenes de la vida, e incluso en la esfera científica, esta separación entre cuerpo y mente, entre lo orgánico y lo psicológico sigue plenamente vigente, pero estoy plenamente de acuerdo con la Dra. Castellanos (1) cuando dice: son distinguibles…¿pero son separables?
Qué decir del deporte del golf. Apenas nos centremos en algunas consideraciones de la naturaleza del juego se podrá comprobar la pertinaz vinculación de él a los aspectos esencialmente mecanicistas del mismo: la técnica y la condición física. A lo largo de las últimos días durante su participación y victoria final en el Masters han abundado comentarios, como estos, sobre Jon Rahm: una bestia; una máquina de jugar golf; el golpe del siglo; qué drive; qué distancia ha conseguido; qué potencia…pero sin embargo, no he oido ni he leído apenas nada acerca de su mente, de su paciencia, de su concentración, de su respiración, de su foco visual y creo, honestamente, que es en su mente en donde ha radicado su triunfo en el Masters.
Jon Rahn no tiene un cuerpo privilegiado, nada más nacer tuvo que ser operado de una malformación en su tobillo derecho cuyas secuelas hicieron que deba vivir con una pierna mayor que la otra en 1,5 cms. Esa es la causa por la que su maltrecho tobillo derecho le impide un giro completo del tronco, además de dificultarle un giro total de su cadera derecha, cuestiones ambas que compensa, por un lado con un swing recortado en el backswing, por otro con una enorme flexión de su muñeca izquierda en el tope de su singular swing y finalmente logrando una presión enorme sobre la bola en el impacto.
Cuando dejó la Blume, siendo un adolescente, se puso en manos de los Drs. Greg Rosey Dave Phillips fundadores de TPI (Titleist Performance Institute) Centro de Alto Rendimiento en Estados Unidos, quienes profesan la idea de que cada cuerpo necesita de su propio swing y por tanto no hay un único swing para todos/as.
Allí comprobaron que Jon era fuerte para su edad, pero carecía de movilidad en varias áreas clave, específicamente la columna torácica, la columna cervical, la cadera y los tobillos, y por ello le aconsejaron que construyera su swing en torno a lo que podía hacer su cuerpo. David Phillips comenta en su web que le dijo a Jon: “escucha, mucha gente va a intentar cambiar tu swing. Pero no les hagas caso. Te enseñaré cómo usarlo y cómo construirlo y eso fue lo que hicimos”.
Desafortunadamente, ese no fue el enfoque de todos los entrenadores con los que se encontró Jon, pero no merece la pena centrarse en ello ni en hacer comentario alguno sobre el acierto de los consejos que le dieron. Es evidente.
Pero la gran cuestión olvidada es la de que todo fue posible a causa de su enorme fuerza de voluntad, de su extraordinaria motivación y de un intenso entrenamiento mental a lo largo de los años con su coach mental Joseba del Carmen.
Durante los cuatro días del Masters el recorrido en imágenes de las vueltas de Jon Rahm impresiona. La mayoría de los espectadores televisivos habrán seguido todos y cada uno de sus gestos técnicos, habrán oído los indisimulados a la vez que elogiosos comentarios técnicos de los narradores al referirse a sus golpes de drive, de hierros o de putter. Otros, entre los que me encuentro, no hemos perdido un ápice de sus gestos, de su mirada, de sus “ojos tranquilos” (Quiet Eyes), de su respiración, de su concentración, del esfuerzo por no perder el foco ante la climatología adversa o ante el endiablado ritmo lento de la ronda final, de ver su postura corporal, de presentir su gestión emocional.
Ante la pregunta de un comentarista de que cuándo se sintió ganador en la última vuelta Jon respondió esto: me acordé de un libro que leí sobre Nadal en el que él mismo decía que en la final de Wimbledon con Federer en el cuarto set y con dos juegos de ventaja se vio ganador… y perdió cuatro juegos seguidos teniendo que jugar otro set. En el 17 me pasó algo parecido y en el 18 mandéla bola contra un árbol, así que dejé de pensar en ello hasta que vi la bola en el green para hacer un putt para par.
Cuerpo y mente. Mente y cuerpo. Son inseparables y en el juego del golf lo son más aún si cabe. La buena noticia, se crea o no, es que las habilidades mentales se pueden entrenar. Las estadísticas dicen que la mayoría de los/as golfistas amateurs dedican horas al entrenamiento técnico, muy pocas al entrenamiento físico y ninguna al entrenamiento mental. A lo mejor conviene recordar lo que dijo Einstein: No esperes resultados diferentes si siempre haces lo mismo.