Usar un overgrip en deportes de raqueta como tenis, pádel, frontón, squash, bádminton, etc. es muy habitual. Hacerlo en golf es una rareza que puede que después de leer este artículo no resulte tan estrafalario.

Particularidades de cada jugador.

Muchas veces los jugadores de cualquier deporte cogen manías con su material y lo personalizan a su gusto con detalles que a veces pueden parecer raros.

Centrándonos en golf lo que a un jugador le sirve a otro puede irle fatal, lo que hace que usar el material que mejor se adapte a cada persona es fundamental.

Con la llegada de los fittings ya no hay excusas para que cada jugador tenga el material que mejor se adapta a él, tanto en dimensiones, durezas, materiales, etc. Ahí tenemos que incluir al calzado, como tan bien nos explicaban en este artículo Noor y Tanisha Maesh de Podología Deportiva Canarias.

Truco que viene del tenis.

En este caso les voy a hablar de un truco que he empleado para el grip de mi putter y que de ser algo temporal ha pasado a definitivo.

Hace unos años empecé a utilizar los Super Stroke 2.0, unos grips que vienen en tres tamaños (2.0, 3.0 y 5.0) dependiendo de lo grueso que lo queramos.

Cada 5 o 6 años solía cambiarlos, por desgaste y porque el tacto cambiaba con los años, haciendo que las sensaciones cambiaran también.

La cosa es que hace unos años en un torneo que jugué en la península, cuando llegué al campo de prácticas el tercer día de competición, me di cuenta que el grip del putter estaba muy resbaladizo, como si hubiese estado en contacto con aceite.

Sin tiempo para reaccionar. 

La cosa era que en menos de una hora tenía mi salida y ya no había tiempo material para localizar algún sitio donde me pudieran cambiar el grip.

Limpié el grip lo mejor que pude y aún así seguía resbalando un poco lo que me hizo presagiar lo peor.

Uno de los pros del club me dio un truco y fue pasarle un papel de lija hasta que dejara de resbalar y la verdad es que funcionó, no resbalaba pero el tacto era áspero. En la siguiente foto podrán comprobar cómo quedó el grip.

La solución a unos metros de allí.

Estando pensando en qué podía hacer miré a unas canchas de tenis que tenía a unos metros y se me ocurrió la idea de ir a un Decathlon que estaba muy cerca y comprar un overgrip de tenis y colocárselo.

Como era para salir del paso compré el más barato, un Artengo de color negro que costaba 4€ el paquete de tres, por lo que cada overgrip me costó 1,33€

Hay que tener en cuenta que hay dos tipos de overgrip, el que tiene acabado brillo (más suave al tacto y más flexible) y el mate, algo más grueso, menos suave y que resiste peor el agua.

Colocación paso por paso.

La colocación es muy sencilla. Se empieza a colocar el overgrip desde la parte más alejada de la cabeza del palo, ejerciendo una ligera tensión en el mismo para que no queden arrugas. Esto es básico para que quede un tacto agradable.

Se sigue el contorno del grip superponiendo una vuelta sobre la anterior los milímetros que el jugador desee. Cuantos más se dejen más mullido y con más contorno quedará.

Se finaliza con la última vuelta haciendo un pequeño pliegue en el final del overgrip para que quede oculto en el trozo de cinta que se coloca al final.

Sensaciones.

Las sensaciones desde el principio fueron muy buenas, haciéndome recordar mis días de tenista. El agarre era perfecto, suave y muy cómodo.

Jugué el torneo y desde luego que las sensaciones con el putter no se vieron modificadas por ese overgrip que le había puesto.

La idea era cambiar el grip completo nada más llegar a canarias porque tenía otro sin estrenar, pero entre que no me acordé los primeros días de hacerlo y que por otro lado veía que incluso bajo lluvia funcionaba muy bien, decidí dejarlo puesto hasta ver cuánto podía durar sin perder eficacia.

Durabilidad.

Lo cierto es que duró meses, muchos meses y tuve que quitarlo porque se me separó por la parte más distal de la empuñadura. El error fue mio porque lo coloqué como si fuera una raqueta de tenis y no me di cuenta de que la base del grip de golf era diferente.

Así que cuando tuve que cambiarlo de nuevo, me entraron las dudas de qué hacer. ¿Poner el grip de putter que tenía en casa o poner otro overgrip?

La verdad es que hubo un factor que decantó la balanza en favor de poner otro overgrip y les aseguro que fue así: tenía un torneo importante en dos semanas y no quería que un cambio de grip (aunque fuese poner uno exactamente igual al que tenía) afectara a mi juego.

Así que cogí otro overgrip de los 3 que había comprado y se lo puse. Esta vez no cometí el error del anterior. Lo fijé bien y este me duró sin problemas 10 meses y cuando lo sustituí aún estaba en buenas condiciones.

Si los usas una vez es muy probables que lo sigas haciendo en el futuro.

Como en Derecho del uso se hizo costumbre y de esta ley, haciendo que me acostumbrara a los overgrips que es lo que utilizo en la actualidad.

Si lo miramos desde el punto de vista económico, un grip de putter con la mano de obra suele costar de media 35€ y suele perder sus propiedades de tacto y agarre en 6 años, aunque algunos jugadores puedan llegar a usar el mismo durante muchos años mas.

Cada overgrip cuesta de media 0,57€, llegando a encontrarse en webs chinas por 0,20€ c/u los que vienen en paquetes de 20 unidades, pero como desconocemos la calidad de los mismos dejaremos como referencia el de 0,57€ que es el de Kuikma de Decathlon.

Los números no engañan.

Esto quiere decir que si cada 6 años cambiamos el grip del putter la media sale a 5,83€ por año mientras que si usamos overgrips sale a una media de 0,60€ por año o menos.

Eso sí, al cambiar de overgrip cada 10-12 meses, nos aseguramos tener un agarre perfecto y a nuestro gusto.

Además podemos ir cambiando de color según nos de, teniendo algo diferente en la bolsa a menudo.

Así que si alguna vez os pasa algo parecido con vuestro grip o, después de haber leído este artículo os entran ganas de probarlo, ya sabéis una solución rápida, fácil, efectiva y barata para tener grips nuevos cuando queráis.

Proyecto Golf con Parkinson. Acceso al golf a los pacientes con esta enfermedad.